Abogando por la protección de al menos el 30% del océano para el año 2030 con Áreas Marinas Protegidas (AMP) en los países firmantes del CDB (es decir, el objetivo 30×30).
Proteger más el océano es esencial para la recuperación de la vida marina y la sostenibilidad de las actividades humanas que dependen de él. El océano alberga una enorme variedad de especies marinas, muchas de las cuales se encuentran en peligro crítico debido a actividades humanas como la sobrepesca, la contaminación y la destrucción del hábitat. Creando más zonas marinas protegidas podemos salvaguardar hábitats importantes, conservar la biodiversidad y permitir que las especies marinas se recuperen y prosperen. Esto, a su vez, puede favorecer servicios ecosistémicos como el secuestro de carbono, el ciclo de nutrientes y la regulación del clima, que son fundamentales para mantener la vida en la Tierra. Además, proteger más océanos puede aportar importantes beneficios económicos al 40% de la población mundial que vive a menos de 100 km de la costa, al tiempo que contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Así pues, ampliar las áreas marinas protegidas es un paso crucial para reconstruir la vida marina y garantizar la salud de nuestro planeta a largo plazo.
