El carbono negro (BC), es el hollín emitido al quemar carburantes pesados (HFO) y representa una amenaza especial en el ártico, donde acelera drásticamente el deshielo. Mientras que la nieve y el hielo repelen el calor de las ondas solares por su color blanco y claro, las superficies oscurecidas y cubiertas de hollín absorben más calor y se derriten a un ritmo acelerado. Es especialmente preocupante porque el hielo del mar Ártico está desapareciendo mucho más rápido de lo previsto por los modelos climáticos, hasta tres veces más rápido que la media mundial. La buena noticia es que tenemos muchas posibilidades de actuar ya que el carbono negro permanece en la atmósfera dos semanas o incluso menos, por lo que la reducción de emisiones frenaría inmediatamente el deshielo acelerado.

A través de su socio principal Seas at Risk, estamos orgullosos de apoyar a Clean Arctic Alliance, en su iniciativa de generar el mayor número de apoyos para minimizar el efecto de la contaminación del transporte marítimo y su impacto en el clima del ártico y el deshielo marino, sus ecosistemas, las comunidades que lo habitan y su vida salvaje. Clean Arctic Alliance desempeña un papel fundamental en la concienciación sobre la urgencia de abordar los efectos climáticos del transporte marítimo en el ártico, en la defensa de políticas que reduzcan las emisiones de BC a escala regional y nacional y en la financiación de iniciativas alineadas con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 1,5 ºC.